Objetivos del yoga: salud y espiritualidad

Practicar yoga puede tener diferentes objetivos, y es esencial, que tengamos claro cuál es la meta que queremos alcanzar con nuestra práctica. En este artículo exploraremos dos propósitos distintos: el enfocado a la salud y el yoga con fines espirituales. 

Cualquiera de estos dos objetivos es igual de lícito a la hora de practicar yoga, pero es importante tener en cuenta la meta que perseguimos a la hora de incluir un tipo de ejercicios u otros. 

Yoga para la Salud

Podemos practicar yoga con el objetivo de tener un cuerpo saludable, mejorar nuestro sistema inmune y, en definitiva, mantenernos sanos por fuera y por dentro. En este caso, nuestra práctica debe centrarse en el ejercicio de asanas y pranayamas. 

Asanas: La Base Física

Respecto a las posturas de yoga, mucho se ha innovado en las últimas décadas en cuanto a estilos. Aunque mucho se puede argumentar a este respecto, a mi juicio, cualquier modalidad de yoga que permita unir la respiración con los movimientos físicos, podemos considerarla yoga. No obstante, existen estilos de yoga mucho más demandantes a nivel físico que otros. No es lo mismo practicar Asthanga o Vinyasa flow, que un Yin o Hata. 

Siempre y cuando, el objetivo de la clase esté puesto en la respiración, y no en la fuerza o la flexibilidad, sea cual sea el estilo, podremos estar hablando de una práctica de yoga. Hay que entender que la flexibilidad y la fuerza, se irán desarrollando a medida que profundicemos en la práctica. Sin embargo, no deberíamos focalizarnos en ellas como objetivos, ya que seguramente acabaremos con agujetas, o en el peor de los casos con una lesión. 

Si el foco de nuestra práctica está puesto en la salud, seguramente nos inclinaremos hacia estilos que conllevan mucho ejercicio físico, como Kundalini, Asthanga o Vinyasa. Todos ellos tienen en común que te harán sudar. Ten muy presente que la respiración ha de ser siempre tu prioridad en cualquier práctica de yoga, con independencia del estilo que elijas. 

Pranayama: Respiración para la Salud

La gran diferencia entre practicar la respiración controlada con fines espirituales o de salud, reside en la aplicación de los bandhas. Existen 3 tipos de bhandas: 

• Mulabhanda 
• Jalandharabandha 
• Uddiyanabhanda  

Los bhandas son cierres energéticos que realizamos durante la práctica de pranayamas. Aquellos que ponen el foco de la práctica en mantener una buena salud, deben centrarse en la contracción del suelo pélvico (Mulabhanda) y el cierre de barbilla (Jalandharabandha). 

Meditación: Equilibrio Físico y Mental

Para quienes practican yoga con el objetivo de mejorar su equilibrio energético físico y mental, descansar en savasana al finalizar la práctica sería suficiente. Debemos mantener el cuerpo inmóvil de 3 a 5 minutos, permitiendo que el cuerpo asimile la práctica, lo que inducirá al sistema nervioso a un estado de relajación y bienestar generalizado. 

Savasana podría ir acompañada de una meditación guiada, pudiendo así extender la duración de la postura a 10-15 minutos. 

Yoga para el desarrollo espiritual

Para aquellos con metas espirituales, la verdadera esencia de la práctica comienza con la meditación. Las asanas y el pranayama eran solo el preludio; la hora de la verdad llega en el momento en que nos sentamos a meditar.  

Asanas introspectivas

Aquellos que persiguen metas espirituales, se verán más inclinados por el Hata y sus derivados, como el Yin yoga. En verdad, todos los estilos provienen del Hata, pero en este caso, hago referencia a la amabilidad con la que trata el cuerpo, en comparación a los estilos nombrados en el apartado anterior. 

La elección de asanas para tu práctica dependerá de tus objetivos personales. Aquellos que persiguen metas espirituales, tendrán una inclinación natural hacia posturas más calmadas y reflexivas, que les faciliten entrar en un estado de introspección. 

Pranayama: el puente entre la materia y realidades sutiles

En este caso, la práctica de pranayama, se realizará aplicando los 3 bhandas. Incorporamos Uddiyanabhanda, una contracción abdominal, cuando hacemos kumbaka, retención del aire. Solo mediante el uso de los 3 bhandas podemos entrar en estados superiores de conciencia. Al aplicar los 3 cierres energéticos la kundalini despierta y asciende a través de la columna vertebral. 

Es en este punto cuando empieza la verdadera magia en la práctica. Aquel quien sea capaz de sostener la respiración al tiempo que realiza Uddiyanabhanda, se abre a realidades más sutiles, donde el estrés y la preocupación se disipan. La persona entra en un estado de plenitud y profunda paz interior. 

La hora de la verdad: meditación

Para adentrarnos de lleno en el mundo de la meditación tenemos que hacer un par de ajustes respecto al enfoque anterior. 

En primer lugar, vamos a sentarnos con las piernas cruzadas y la espalda recta. Si tenemos problemas de espalda, podemos apoyarnos en un respaldo, manteniendo la espalda erguida en todo momento. De la misma manera, si tenemos problemas con las rodillas, podríamos sentarnos en una silla para meditar.  

Ninguno de estos ajustes tiene porque afectar a la calidad de tu meditación. Con esto quiero animar a todos aquellos que no se ven capaces de sostener la posición del loto debido a dolores físicos o limitaciones de cualquier índole.  

En segundo lugar, vamos a prescindir del guía, somos los dueños de nuestra concentración. Con esto quiero decir que somos los responsables de focalizar nuestra atención, y por supuesto, de traer la mente de vuelta cada vez que se disperse. 

Existen miles de tipos de meditaciones, pero en esencia, la atención puede ir hacia adentro o hacia afuera. Cuando el objeto de nuestra meditación es introspectivo, usaremos la respiración y las sensaciones corporales para concentrar la mente. También puedes valerte de mantras y visualizaciones, aunque estos dos últimos no me han sido tan efectivos a nivel personal, por lo que recomiendo la respiración y el cuerpo, como objetos a observar. 

También podemos meditar con los ojos abiertos sobre objetos de la realidad. Literal que valdría cualquier cosa que te apetezca observar durante un rato. Puede ser desde un peluche, a una vela o una foto. Todo vale. Aunque en este terreno para mi nada supera concentrar tu atención en un amanecer o una puesta de sol. 

Conclusión

Cualquiera de los dos objetivos es igual de lícito a la hora de practicar yoga, pero es importante tener en cuenta la meta que perseguimos a la hora de incluir unos ejercicios u otros.  

Mis clases están orientadas al desarrollo espiritual. Busco traer la atención del alumno de vuelta a momento presente y que acalle la mente al menos durante unas horas. Mi objetivo es que desarrolles una postura de observador durante la práctica, y que esta actitud se extrapole a tu vida diaria. 

Como es lógico se necesita tiempo y constancia para desarrollar estas cualidades, pero te aseguro que si yo he podido, tú también lo lograrás! Escríbeme por WhatsApp para concertar una clase particular completamente gratuita.
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