Todos hemos padecido ansiedad en algún momento de nuestras vidas, y es normal sentir ese miedo a la incertidumbre frente a un viaje, un examen, un evento importante etc. El problema aparece cuando la ansiedad se convierte en una constante en nuestro día a día impidiéndonos disfrutar de la vida. Un sentimiento paralizante de angustia que se localiza en el pecho y nos hace muy pequeñitos.
La farmacia genera fortunas con la venta de benzodiazepinas y toda clase de medicamentos depresores del sistema nervioso que en dosis medio-altas también inducen al sueño. La propuesta de las farmacéuticas para combatir la ansiedad suena maravillosa, si no fuera porque los efectos secundarios que tienen al usarlas regularmente son espeluznantes. Dejarás de sentir ansiedad a cambio de convertirte en un zombi.
Por supuesto, a parte de las drogas que te puede recetar un médico, tienes una amplia variedad de sustancias ilegales que también calmarán tu ansiedad, desde una cerveza y un porro, hasta la heroína. Y también puedes utilizar el sexo para calmar esa sensación de angustia profunda, puedes irte de compras, hacer deporte o infligirte dolor.
Cada persona, en función de su personalidad y sus circunstancias, optará por una u otra manera de paliar la ansiedad, pero el gran problema es que ninguna estas acciones van a poner un fin real a esa sensación de angustia tan pesada que hay en nuestras entrañas. Podrán poner fin a la ansiedad durante un par de días, en el mejor de los casos, pero cuando menos te lo esperes resurgirá, porque no has lidiado con el núcleo de la ansiedad como tal.
Nada hará tanto por ayudarte a manejar la ansiedad como el pranayama y la meditación, es decir, quedarte quieto y aprender a controlar la respiración. Ni las pastillas, ni los orgasmos, ni el deporte, nada puede compararse a la eficacia de las técnicas de respiración en el manejo del estrés. Por supuesto, es importante que practiques regularmente y no intentes aprender pranayama cuando estés teniendo un ataque de ansiedad. De hecho, si practicas diariamente ya puedes ir olvidándote de palpitaciones y noches en vela.
En este post te cuento brevemente la mecánica del pranayama y sus beneficios, en mi web Legadoyogi puedes encontrar más información.
Entendiendo los procesos ansiosos
Primero hay que entender los mecanismos internos que nos hacen detonar la ansiedad, comprendamos lo que ocurre en nuestro interior que nos provoca ese malestar nervioso. Básicamente cada vez que tu sistema nervioso se estresa entra en estado de supervivencia, el sistema simpático se activa al identificar una amenaza y entramos en estado de alerta.
Frente a esto tu sistema nervioso tiene dos opciones, luchar o huir, y tratándose de un proceso ansioso siempre tendemos a la huida. Entonces, partamos de la base de que para salir de un estado de estrés tenemos que activar el sistema parasimpático, que es el que va a enviar la señal a nuestro cerebro de que estamos a salvo y podemos relajarnos.
El deporte es una gran manera de activar el sistema parasimpático sin lugar a dudas, sin embargo, no tiene la capacidad de impactar en lo más profundo de la psique. Las técnicas de respiración, por su parte, sí combaten los mecanismos inconscientes de la mente, que son los que te han llevado a un estado ansioso en primer lugar. Hablo de falta de valoración propia, miedos, estructuras limitantes…
La práctica de la respiración controlada limpia tu mente y la desbloquea, haciendo que todo aquello que te limitaba, deprimía y estresaba, pierdan fuerza. La práctica de pranayama te liberará de todas esas ataduras invisibles que nos jalan desde lo más profundo de la mente subconsciente.
A continuación, te hablo de los principales beneficios que puedes sentir cuando practicas técnicas de respiración de manera regular.
Beneficios de las técnicas de respiración para reducir la ansiedad
- Regula el sistema nervioso: El pranayama ayuda a regular el sistema nervioso activando la respuesta de relajación del cuerpo. A través de la respiración consciente y profunda, se estimula el nervio vago, lo que a su vez desencadena una disminución en la actividad del sistema nervioso simpático (responsable de la respuesta de «lucha o huida») y un aumento en la actividad del sistema nervioso parasimpático (encargado de la respuesta de «descanso y digestión»). Esta regulación del sistema nervioso puede conducir a una reducción del estrés, la ansiedad y la tensión muscular, promoviendo así un mayor equilibrio emocional y bienestar general.
- Reduce los niveles de cortisol: La práctica de pranayama ayuda a contrarrestar los efectos perjudiciales del exceso de cortisol en el cuerpo, como la inflamación, el aumento de la presión arterial y los trastornos del sueño.
- Claridad mental: La práctica de pranayama te ayuda a volverte más consciente de tu cuerpo y tu mente, te vuelves más sutil y esto te permite liberar patrones de pensamiento negativos que alimentan la ansiedad. Cuando estamos ansiosos, nuestra mente puede sentirse como un torbellino de pensamientos y preocupaciones, lo que dificulta concentrarnos en cualquier cosa. Sin embargo, al practicar técnicas de respiración, podemos calmar esa tormenta mental y obtener una mayor claridad mental, lo que nos permite tomar decisiones con mayor convicción y enfrentar nuestros desafíos con mayor serenidad.
- Mejora del estado de ánimo: La ansiedad puede hacer que nos sintamos atrapados en un estado depresivo del que parece nunca vamos a salir. La magia del pranayama está en disolver esas energías densas que nos tiran hacia abajo. Tras un par de rondas de respiración controlada, la mitad de las cosas que te afligían han desaparecido como por arte de magia. Si no me crees te reto a que lo pruebes!
Nuestra sociedad ha evolucionado mucho, pero nuestro cerebro a penas lo han hecho, y puede que la ansiedad generalizada que vivimos como sociedad sea un desfase entre un cerebro cromañón, frente una vida llena de estímulos y banalidad a la que no consigue adaptarse, por mucho que se lo proponga. Pero esto no es más que una reflexión personal.
Te recomiendo que si has probado de todo para calmar los nervios, pero no puedes evitar estresarte con facilidad ante los retos del día a día, dale una oportunidad a las técnicas ancestrales de respiración del yoga. Si controlas tu respiración, eres dueño de ti mismo.
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